Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

El Sr. Ministro de la GOBERNACIÓN (Sagasta): No estaba yo en el salón cuando comenzó a hablar el señor Diputado a quien acaba de oír el Congreso; pero un amigo mío empezó a tomar notas de lo que ese Sr. Diputado decía. Llegué al salón con ánimo de continuarlas; pero al oír la manera con que S. S. se ha explicado he renunciado a mi propósito, y no he tomado ninguna. Porque estoy dispuesto a no servir de juguete a la monomanía de nadie; estoy decidido, cumpliendo con mi deber a dar cuantas explicaciones se me pidan; pero no estoy dispuesto a tolerar que se pidan esas explicaciones ultrajando a las autoridades y valiéndose de calificaciones y palabras impropias de este lugar e indignas del que esté investido del carácter de Diputado. No diré, pues, ni una sola palabra: y tenga el Sr. Pascual y Casas entendido para de aquí en adelante, que mientras no cambie de lenguaje, el Ministro de la Gobernación no volverá contestar. El Ministro de la Gobernación ha tomado una determinación; cree haberla tomado dentro de la ley: ¿no lo cree así S. S.? Pues acuda a donde corresponda. No tengo más que decir.